Por Pat Hryb
De padre antiesclavista y madre abolicionista y sufragista, Caroline fue ante todo una luchadora por los derechos de los animales. Filántropa y activista anti viviseccionista estadounidense.[1] fundó la Sociedad Americana Anti Vivisección (AAVS). Con el apoyo del reconocido escritor Mark Twain, entre otros, luchó para concientizar a la población contra los horrores de la experimentación con animales, logrando prohibir la vivisección en escuelas primarias y secundarias.
También fue cofundadora de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad Animal en Pensilvania (SPCA, por sus siglas en inglés) y creadora de la fracción femenina de la misma. Participó en el club literario femenino, la Browning Society. Construyó fuentes de agua para humanos y animales. Creó en 1869 el primer refugio de animales de EE. UU. Trabajó arduamente en la prevención y castigo del maltrato animal, a través de campañas y medidas legislativas.
Generó conciencia por los derechos de los animales en un mundo completamente especista, formulando cuestionamientos para cambiar hábitos. En este sentido, señaló: «¿no deberíamos entonces, en nuestro deseo de mejorar los sufrimientos de nuestros amigos mudos, sumar nuestros esfuerzos a los de aquellos que están trabajando por una reforma en este sentido?»
Participó boicoteando a las empresas de carruajes que trataban con crueldad a los caballos y logró que hubiera arrestos de conductores que infligían las normas establecidas para el cuidado de los animales. También logró aprobar la Ley de las Veintiocho Horas, que en 1873 obligó a compañías ferroviarias a “establecer estándares humanitarios” para el transporte de animales considerados “ganado”. Dicha ley establece que “si el ganado se transporta por más de 28 horas seguidas, debe descansar por lo menos 5 horas seguidas para alimentarse, beber agua y descansar.”
En 1896 el ferrocarril de Reading fue acusado de transportar un cargamento de caballos durante 52 horas, sin comida ni agua. Gracias a la ley, fue declarado culpable debiendo pagar una multa que, para la época, fue un fallo sin precedentes.
Caroline también se manifestó en contra de las peleas de perros y gallos; el sebo de animales (atar a un animal y que otros lo ataquen); tiro al ganzo (jinetes a caballo que decapitan aves) y la caza en general.
Hoy más que nunca reivindicamos la lucha, el activismo y los logros de esta mujer que enfrentó valientemente la sociedad injusta de su época. Hoy sigue siendo un ejemplo a seguir. ¡Continuemos con su legado y con una vida comprometida con la liberación animal!
¡Gracias, Caroline White! ✊
[1] La vivisección es la cruel acción de cortar o diseccionar a los animales estando vivos.
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