Las gladiadoras del mediterráneo

04 de julio 2023

Recientemente hemos escuchado noticias acerca de una orca llamada Gladis Blanca (Por Orca gladiator, en mem. Bonateere, 1978), una hembra valiente de 6 metros de largo y aproximadamente 4 toneladas. Ella, junto con 14 pequeñas orcas, ha causado daño a diferentes barcos pesqueros en el Estrecho de Gibraltar, así como en las costas de Portugal y España, logrando en ocasiones hundir a algunos de ellos.

Aunque actualmente se ha viralizado esta noticia, en realidad se tiene registro de que esta rebelión lleva 3 años, ya que el primer encuentro ocurrió en mayo 2020. En aquel momento participaban 7 orcas jóvenes, siendo tres Gladis las más activas: blanca (la única adulta en ese momento), gris y negra.

Esto ha llamado la atención de diferentes expertos en el comportamiento de otros animales, particularmente biólogos que intentan explicar su comportamiento “errático”.

Una de las teorías con mayor respaldo es que probablemente sufrió un trauma con un barco de esas características. Mencionando que no hay ninguna certeza de que Gladis blanca esté enseñando a los ejemplares más jóvenes a golpear las embarcaciones debido a un supuesto trauma causado por un choque en el pasado. Otros expertos científicos mencionan que probablemente lo hacen como parte de un juego.

Y otros mencionan que: Se sienten atraídas por el timón, porque está construido para ser móvil y descubrieron que si lo empujan hacia un lado pueden hacer grietas en el casco, y eso es lo que se cree que es la causa del hundimiento de algunos de estos barcos

Aunque ninguna teoría se puede desechar ya que ninguna ha sido comprobada, lo cierto es que las teorías más aceptadas respaldan el canon de Morgan, el cual menciona que: Antes de dar explicaciones mentalistas complejas sobre la conducta animal, lo más probable es que una explicación más simple permita comprender su conducta.

Lo cierto es que lxs humanxs no alcanzamos a dimensionar la grandeza y otros tipos de inteligencia de las demás especies. Seguramente saben que los barcos pesqueros, comandados por humanxs, están dejando sin recursos para subsistir a lxs animales marítimos, además de que contaminan su ambiente marítimo y a su paso cortan y golpean a quienes se atraviesan. También saben que allí hay atún, algunos consideran que es por eso que hay más encuentros en verano.  Sin embargo, algunas personas que han tenido encuentros con Gladis mencionan que las orcas se marcharon en cuanto se hundió el barco.

Estas interacciones cada vez son  más frecuentes; este año se han identificado más de 50  interacciones en el área del estrecho de Gibraltar. En 12 de esas interacciones se han registrado daños en los barcos y 31 han correspondido a avistamientos, según datos de la organización Orca Atlántica.

Se ha identificado un modus operandi: generalmente atacan a medio día y la duración es de aproximadamente 1 hora y media. Se acercan al barco sigilosamente y se sitúan debajo del bote. Empiezan a tocarlo y a golpear el timón con la cabeza para girarlo y lo pueden llegar a romper con un movimiento de palanca. En tres ocasiones han logrado hundir el barco y en otras 12 han causado daños irreparables. 

Las autoridades aconsejan a las tripulaciones que apaguen el motor o bajen las velas durante los encuentros con orcas.

Una de las soluciones que se han propuesto es marcar a esta familia «problemática» y evitar el transitar por la misma ruta. Sin embargo, no se considera la opción que sería ideal: dejar de pescar.


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