En este breve artículo, Nely Lucano expone de manera vehemente la contradicción que existe entre decir que rechazamos el maltrato animal y la manera en que, día con día, somos partícipes de la crueldad infinita de la que son objeto millones de animales en el mundo.
¿Cómo pasamos de proporcionar a lxs niñxs animales de peluche, a los que invitamos a abrazar, tratar con delicadeza y cuidado, a invisibilizar que lo que les ofrecemos en su plato son cadáveres de animales que, antes de ser sacrificados, fueron sometidos a vejaciones extremas por la industria alimenticia?
Aprovecho para contar una anécdota. Hace poco inicié un proyecto de leer literatura infantil a invidentes. Grabé la lectura de un cuento para niñxs, que planteaba de una manera muy hermosa, la idea de que la razón por la que estamos en este mundo es para poder hacer el bien a los seres que nos rodean. Al finalizar la lectura, grabé también una reflexión de carácter antiespecista, es decir, que se opone a la discriminación por especie. En ella invitaba tanto a lxs niñxs, como a personas de cualquier edad que los acompañaran en la escucha, a considerar “hacer el bien” no sólo a los seres humanxs que nos rodean, sino también a lxs animales no humanxs. A pesar de que esta reflexión mantuvo el tono amoroso y respetuoso del cuento, recibí el siguiente comentario de una mujer que parece estar en la tercera edad:
… la reflexión inducida a mí me hizo sentir muy mal, culpable. En la sociedad en la que vivimos, de la forma en que nacemos, como nos desarollamos, estamos acostumbrados a que nos alimentamos con leche, con huevos, y nos dicen ‘deben tomar leche para crecer sanos’, ‘hay que comer huevos’. Cuando yo era niña lo que decían a cada rato en el radio era que (y repite lo que parece que era un estibillo, o un eslogan) ‘hay que comer dos huevos diarios, por eso yo al día, por lo menos como dos’. Que la carne es proteína, hay que comer pollo, hay que comer pescado…
Y así continua su comentario la señora. No es consciente de que ha introyectado la “mentalidad industrializada moderna {que normaliza} la violencia hacia los animales”. Ojalá, quien lea este artículo de Nely Lucano se atreva a cuestionar la problemática de la esclavitud, discriminación y explotación de la que son objeto los animales no humanos...
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